sábado, 1 de agosto de 2009

salud, my friends

Sergio Rigazio







para Emeté

estas son las cenizas de nuestras propias cenizas
lunas ardiendo sobre gallineros
rodoviarias
cruces de caminos

tiznados los ojos de incendiar barrios
y salir a contarlo por los bares

mentiras piadosas de los vagabundos

errantes penas que se guardan sin sentido
sólo porque algo duele
dulcemente hablando

gilipollas de mi corazón:
los trapos
las plumas
la sangre que llevamos es un veneno
un tóxico brillante como la espuma
de los mares que nos sueñan

a veces un caldo de bichos de luz
perlas
manjares
uvas de enamoramientos absurdos

podrían encarcelarnos por estas ceremonias
los altares subterráneos
esas cosas que ya sabéis
no tienen precio y no se nombran

es todo tan frágil
tan luminosamente pasajero
cuando se quiere

eso es todo
parte de algo que no es nada
sin dirección
mero espíritu en el camino

allí debíamos estar

nunca hubo nada errado
ninguna alucinación fuera del tarro de los milagros

salud, amigos
el olvido no fue hecho para nosotros

***
Otro poema de Sergio click aquí




2 comentarios:

  1. Un desgarrado grito a lo incompresible....
    Un saludo, Reme.

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  2. ¡Sergio querido! muy bien plasmada esa época de incendios y rebelión permanente. Cariños

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Argensubte agradece tu comentario